Después de tres años en el Real Madrid y ya con dieciséis
años, sus perspectivas deportivas eran buenas. Había progresado mucho como
jugador, había ganado trofeos individuales en diversas competiciones y estaba
en el buen camino para lograr su sueño.Su primera temporada como juvenil supondría, sin embargo, un
paso atrás en la progresión como jugador. El entrenador con el que había
crecido se quedó en el equipo cadete mientras subía al equipo juvenil.
La relación con su nuevo entrenador no fue buena lo que se
tradujo en menos minutos en los partidos y un estancamiento como jugador. Su ego empezaba a jugarle una mala pasada. Pensaba que sabía más que el
entrenador, no lo respetaba y le echó un pulso que perdí.
Ahora que el objetivo parecía tan cerca se torcían las
cosas, pero en lugar de desanimarme decidió entrenar más por su cuenta. Dejó de
lado los estudios y se volcó por completo en el baloncesto. Cuantos más
obstáculos encontraba en el camino, más crecía en su interior el deseo de
luchar por conseguir su objetivo. Esa decisión de entrenar mañana y tarde le
hizo que empezara a trabajar con el preparador físico del primer equipo, Paco
López. Otra de las personas claves en mi vida. Sin duda uno de los mejores
entrenadores que ha tenido por su aportación humana y física.
Paco ha sido esa
persona que después de jugar un buen partido o de recibir elogios te ponía los
pies en la tierra y devolvía a la realidad. Ha tenido siempre la poco frecuente
virtud de decir las cosas importantes en voz baja y sin subir el tono. Una de
esa personas ejemplares que con su comportamiento convencía a cualquier jugador
en cada entrenamiento.
Gracias a los títulos, pero sobre todo gracias a
personas como él, el Real Madrid de baloncesto es el club más prestigioso de
Europa. Visto desde el presente no fue una buena elección renunciar a todas las
facetas de su vida para invertirlas únicamente en el baloncesto ya que un buen
jugador es equilibrado y para ello necesita una formación integral.
Por
integral se refiere a una formación equilibrada de nuestras inteligencias
física, mental, emocional y espiritual. En mi caso había un gran desequilibrio
entre la física-mental y la emocional- espiritual. Por inteligencia emocional se refiero a la que nos permita tomar conciencia de nuestras emociones,
comprender los sentimientos de los demás, acentuar nuestra capacidad de
trabajar en equipo y adoptar una actitud empática y social que nos brindará
mejor oportunidades para el desarrollo personal.
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