Después de esos meses en el Dafni tuvo ofertas de otros
equipos griegos pero no quiso seguir allí. Su objetivo estaba cumplido y su idea era volver a Italia. La temporada 2002-2003 fue su última a nivel
profesional. Jugó en un equipo italiano
llamado Novara y fue otra experiencia muy enriquecedora. Era un buen período
todavía del baloncesto italiano y era un placer jugar en pabellones llenos de
gente con aficiones volcadas con sus equipos.
En el 2004 contactó con una agencia de representantes de
jugadores en Italia para hacer de ojeador. Aceptó porque era una manera de
permanecer en el mundo del baloncesto. Comprobar que niños de trece y catorce
años tuvieran agentes le pareció decadente y analizó la parte del baloncesto
que no es deporte si no que es dinero y negocio.
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