martes, 14 de junio de 2016

Capítulo 40: Honestidad y compromiso

Dos de los valores que más te marcan de la montaña son la honestidad y el compromiso. Cuando uno hace alpinismo debería ir siempre ligado con una persona, aunque haya gente que va sola. A esto se le llama ir encordado.

Cuando se atraviesa un glaciar hay grietas. Por ese motivo se deja una cierta distancia entre una persona y otra para que si uno se cae el otro es el que sostiene y evita que se hunda.

En cuanto a la escalada hay dos técnicas. Una consiste en progresar haciendo reuniones: el primero de cordada escala ya va poniendo protecciones mientras que el segundo lo asegura desde abajo. Lo que significa que si el de arriba cae el otro lo sujeta. Cuando el de arriba llega a la reunión el compañero de abajo sube asegurando desde arriba por el primero. En esta técnica, el que va primero siempre arriesga más.

La otra técnica se utiliza mucho más porque es la rápida y también arriesgada. Consiste en evitar las reuniones e ir en ensamble. Los escaladores van en cordada, separados a una cierta distancia que varía dependiendo de la situación, pero sin seguros. Si uno cae, el otro también. Independientemente de la técnica existe un gran compromiso porque es tu vida la que está en juego. Esto significa que a la hora de elegir un compañero la virtud más importante que tiene que tener es compromiso.

Debes tener una confianza ciega en él y saber que en una situación límite va estar a la altura de las circunstancias. Un famoso alpinista dijo que la gran aventura empieza cuando no hay marcha atrás. Nuestro protagonista ha vivido ese momento muchas veces.

Es aquél en el que tu compañero y tú cruzáis una mirada. No hay palabras pero cada uno sabe que a partir de ese momento no hay retorno. Si se sigue adelante habría que llegar la cima para poder salir por la otra cara porque ya no hay forma de deshacer el camino. En la vida cotidiana hay compromisos pero no son equiparables a este pues al existir la posibilidad de morir el compromiso es inquebrantable. Cuanto más alta y más aislada mayor el compromiso. No es lo mismo los Alpes que los Andes donde las posibilidades de salvar a una persona son mucho más reducidas.


Estas experiencias para él no son suicidas sino que son enriquecedoras, siempre y cuando la preparación y la estrategia realizada sean adecuada y correcta. Asumir este tipo de compromiso contigo mismo y con otra persona te hace crecer interiormente de una manera que ninguna otra experiencia te puede hacer.

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