Ha sido a raíz de conocer la montaña y
empezar a meditar que ha logrado estar preparado y, como consecuencia, ha sido
capaz de reconocer a los maestros.
Por ejemplo, sus habituales compañeros
de cordada le han enseñado mucho. Además de los guías que ha podido conocer,
genuinos montañeros de toda la vida, gente con otro tipo de sabiduría que han
vivido siempre en sus valles y que afortunadamente ha podido conocer. Gracias a
ellos pudo apreciar la esencia de la montaña y sus valores. Ellos han
compartido con él esa sabiduría tan particular.
Cuando ha estado en algunos valles de
los Alpes, en el Himalaya o en la Cordillera blanca de los Andes, ha entrado en
dimensiones muy distintas de relación con sus gentes, porque los habitantes de
los distintos lugares de la montaña son absolutamente genuinos y te aportan
algo muy diferente y significativo. Viven otra realidad a la que se conoce en
las ciudades.
Ha hecho trekking en el Tíbet viviendo
en casa de los tibetanos, una de las experiencias más intensas de su vida. Ha compartido
experiencias similares en Perú y en India. Convivir con ellos y sus familias,
conocer sus historias, sus culturas y sus valores le han supuesto experiencias
que le han cambiado radicalmente la vida. Hay mucho más allá de la mentalidad
capitalista occidental.
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