viernes, 10 de junio de 2016

Capítulo 39: Un bien extraordinario

La razón por la que le apasiona llevarse a la gente a la montaña es porque sabe que les proporciona un bien extraordinario. No hay necesidad de probar cosas extremas.  El simple hecho de ver un amanecer, caminar entre los árboles respirar aire puro, sentir el viento en la cara o percibir la energía de las cumbres te traslada a tus orígenes y te conecta a la madre naturaleza. Es en ese momento cuando empezamos a recuperar la verdadera esencia.

Ha visto a mucha gente llorar de alegría simplemente por llegar a una pequeña cima o completar un trekking. Ha acompañado a personas que consideraban el recorrido como un reto pero que durante el camino han despertado su sensibilidad y espiritualidad. Al finalizar los ha visto llorar, no por conseguir el objetivo sino por haber sido capaces de despertar lo que durante tanto tiempo tenían adormecido. La montaña había obrado una vez más el milagro.


Más allá de las anécdotas a medida que pasan los días las personas empiezan a profundizas más y a conectarse más con la naturaleza. Ánimo a las personas a que traten de rescatar tiempo para irse a pasear a la montaña con sus familias, con sus amigos o solos.

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