Era todo un acontecimiento que, dos mil personas, hubieran tomado la isla para hacer deporte. Mientras bajaban la montaña recuerda mil olores: cada lugar desprendía un aroma diferente.
Pasaron por el pueblo de la Santa. Psicológicamente, era un punto clave para él ya que fue donde empezó a montar en bici. Estaban cerca del kilómetro 70, casi la distancia de medio Ironman, cuando se dio cuenta de que era más capaz de lo que se imaginaba.
La mente nos juega malas pasadas pero somos nosotros los que llevamos el timón. La forma en la que nos contamos lo que sucede, nos afecta muchísimo.
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