miércoles, 22 de junio de 2016

Capítulo 39: Momentos de ‘rompe-piernas’

Se había propuesto acabar un Ironman y lo iba a hacer. Llegaron a Terguise y empezaron a bajar la cuesta. Cuando subía, escuchó la voz de su hermana. Le hizo muchísima ilusión que estuviera allí. Estaba feliz y quería compartirlo.

La prueba llegó a la parte más compleja. Había muchas cuestas y zigzags, lo que se llama un rompe-piernas. Empezaron a subir el mirador de Aría que era una cuesta muy, muy larga.

Llegaron al Mirador del Río, con sus tres kilómetros adornados de unas cuestas terriblemente empinadas. Con el tándem se hacían especialmente difíciles. Siguieron dando pedales. No quería bloquearse ante el constante dolor que sentía en los cuádriceps y en los gemelos.

Con el tándem no podían parar, bajo ningún concepto, a mitad de la cuesta.

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