miércoles, 22 de junio de 2016

Capítulo 55: Llegada a meta

En el kilómetro treinta y cuatro, su cuerpo se rebeló, su estómago decidió que era el momento de sacar fuera todo lo que llevaba dentro. Tenía ganas de llorar, de escapar de ese dolor. Tras sacar toda el agua ingerida en los últimos 30 minutos, le pidió a Andreu que le diera un instante. Era el momento del recurso mental definitivo; solo quedaban ocho kilómetros y era lo que le argumentaba a su mente.

Tras haberse separado cuerpo y mente en los últimos 4 kilómetros, ahora, debían unirse más que nunca. La sombra pasó a formar parte de la energía que necesitaba para terminar, su mejor Enhamed apareció para llevarle hacia la meta del Ironman Lanzarote 2014.

En el último kilómetro, la gente empezó a gritar con más ganas; su sonrisa se mezclaba con una emoción indescriptible. Mientras los speakers anunciaron por los altavoces, Andreu, Gayla y Enhamed cruzaron la meta del Ironman. Una meta que, hacia unos meses, muchos creían imposible; incluso él mismo lo pensaba hacia tan solo dos años.

Se abrazó a Andreu y le agradeció, de todo corazón, que lo hubiera ayudado a lograr su sueño. No dejó de repetirle, entre lágrimas y con una gran sonrisa: ‘tío, lo hemos hecho’. Enhamed abrazó a Gayla mientras ella lo lamía.


Había conseguido todo lo propuesto. Tenía el record del mundo que tanto había deseado. Había demostrado con creces que su ceguera no era una limitación. Ahora era momento de descasar, dedicar más tiempo a su vida personal. Y respirar el aire puro de tierras lejanas. 

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