El hecho de comprometerse y tener fuerza de voluntad es lo
que ha llevado lejos Enhamed. Gracias al apoyo de los que confiaban en él y a
pesar de los que no lo han hecho. Cuando se planteó hacer el Ironman de
Lanzarote empezó a preparase con un entrenador que no tenía fe en él. Pensaba que iba a fracasar y no quería que le
relacionasen con él. Así que decidió marcharse y buscar a alguien que sí
creyera en él.
Ese fue Andreu. Cuando le dijo que quería prepararse el
Ironman solo en 7 meses cuando normalmente se tardan 14, le dijo: ‘Estás
zumbado. Por capacidad puedes, pero estás zumbado.’
Tuvo que insistirlo dos semanas, y al final aceptó. Fue un
alegrón; había encontrado por fin alguien que creyera en él y le ayudara a
conseguir su sueño. El creía que sí era capaz de terminar el Ironman, que
podría hacerlo entrenándose esos 7 meses.
A pesar de las dificultades para realizar un Ironman, creer
en su capacidad seria lo que haría posible que lo consiguiera. En las
conferencias le preguntan continuamente cómo empezó a creer que podía cambiar
su vida y sus circunstancias. Es un proceso que le llevó muchos meses de
trabajo interior, e implicó una auto exigencia constante.
El cambio fue posible porque pasó de creer que: ‘La vida es
así, yo soy así y es imposible cambiar’ a repetirse cada día: ‘Lo que importa
es el significado que le dé a la vida. Puedo cambiar siempre que quiera. Todo
es posible si encuentras la manera’.
Esas tres creencias se convirtieron en su piedra angular y
le permitieron sustituir a las anteriores.
Enhamed había decidido creer que sería el primer ciego español
en terminar una prueba de Triatlón. Para ello se imaginaba consiguiendo
terminar la prueba, y había conseguido en su entorno a personas que le ayudasen
a creer en ello. A llevarlo a la práctica.
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