Estaba en lo cierto acerca de otra cosa: de pronto todo el mundo quería su porción de la Gente Que Corre. Fisher formó a un equipo tarahumara tan fuerte que prometió que volvería al año siguiente. Fue el golpe de varita mágica que transformó a Leadville de durísima maratón poco conocida a un gran evento mediático.
ESPN adquirió los derechos de retransmisión; el programa Wide World Sports emitió un especial dedicado a descubrir quiénes eran esta carrera; la cerveza Molson se unió a los patrocinadores de la carrera. La marca de calzado Rockport Shoes se convirtió en el patrocinador oficial del único equipo de corredores del mundo que odiaba las zapatillas para correr.
Periodistas del New York Times, Sport Illustrated, Le Monde, Runner's World, cualquier medio que les venga a la cabeza, siguieron llamando a Ken para hacer la misma pregunta: '¿Hay alguien que pueda vencer a estos tipos?
En las carreras, los tarahumaras no solo habían empezado últimos y habían llegado primeros, sino que habían hecho un daño tremendo al libro de récords con su actuación. Victoriano era el ganador más viejo en la historia de la carrera, Felipe Torres, con sus 18 años, era el corredor más joven que había conseguido terminar, y el equipo tarahumara era la única escuadra que había conseguido copar tres de los primeros cinco puestos, aun cuando los dos primeros tenían una edad combinada de casi cien años.
'Fue increíble'. diría Harry Dupree, un corredor díficil de sorprender, al New York Times. Luego de correr en Leadvilla doce veces,
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