Desde el pistolazo de salida, el equipo tarahumara cogió a todo el mundo por sorpresa. En lugar de quedar rezagados como en los dos últimos años, avanzaron como una oleada, atacando la acera de la Calle Sexta para bordear al pelotón y ponerse al frente desde el inicio. Se estaban moviendo rápido.
Pero Manuel Luna había pasado un año reflexionando acerca de la forma en que corrían los gringos, y había hecho un buen trabajo dando instrucciones a sus nuevos compañeros de equipo.
Ann Trason tenía previsto encontrarse al frente del pelotón, pero empezar corriendo a razón de ocho minutos por milla en una locura. Así que se contentó con no perder de vista la luz de las linternas de los tarahumaras conforme penetraban el bosque que rodea el lago Turquesa, segura de que les daría el alcance en breve.
Pero cerca del primer puesto de socorro, Sandoval y los tarahumaras habían sacado una ventaja de media milla al resto. Sandoval se registró , revisó su marca hasta el momento y salió disparado nuevamente.
Los tarahumaras se arrodillaron para atarse la lengüeta de cuero alrededor de los tobillos y hasta arribo de los pantorrillas, ajustándola con tanto cuidado como quien afina las cuerdas de una guitara. Hecho lo cual ya estaban de vuelta en la carrera, pisando los talones de Jhonny Sandoval. Para cuando Ann Trason llegó al puesto de socorro, Martimano Cervantes y Juan Herrera se encontraban fuera de su alcance visual.
En la milla cuarenta, la multitud se amontaba alrededor de la vieja estación de bomberos de madera de la pequeña aldea y Twin Lakes, comprobando sus relojes.
Ann acababa de aparecer por la colina. El año anterior, Victoriano tardó siete horas y doce minutos en llegar hasta aquí; Ann lo había hecho en menos de seis horas.
Ann para vencer en lugar de perseguir a los tarahumaras, decidió apostar por la peligrosa e inspirada estrategia de dejar que los tarahumaras la persiguieran a ella. Tenía ferocidad y confianza de sobra. Ahora estaba ahogando los miramientos y dejando que el miedo cumpliera su labor. La ultramaratón estaba por presenciar su primer Gambito de Dama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario