Nuestro protagonista dice que mentiría si dijese que sus inicios fueron un camino de
rosas. El recibimiento tanto en el colegio como en el equipo no fue del todo
agradable y las risas y el uso del término paleto para dirigirse a él era
habitual. Tenía que demostrar cada día que valía. Ya que asumir los gastos de
un chaval tan joven solo tenía justificación si era realmente bueno.
Enfrentarse a las llamadas situaciones de presión y aprender a gestionarlas
desde t temprana edad me ha ayudado mucho a lo largo de mi vida. La presión en sí misma no existe como tal. Somos nosotros
mismos los que la generamos por miedo a no cumplir las expectativas.
En su opinión, el deporte a edades tan tempranas no debería
basarse únicamente en el objetivo de que un chaval llegue a ser profesional.
Tendría que ser visto como una gran herramienta para formar personas. Aspectos
como aprender a familiarizarse con situaciones que implican toma de decisiones,
compromiso con tus compañeros y lealtad con ellos son solo algunas de las
situaciones que potencias a través del deporte.
De ese primer año en Madrid lo mejor fue conocer a su mejor
amigo: José María Silva. Estaban juntos en clase y en el equipo y se fue
convirtiendo en un hermano. No he encontrado en su vida mejor persona y
amigo que él. Siempre ha estado ahí y se convirtió en un pilar esencial de su vida.
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