A finales del verano de 1985 fichó por el Real Madrid y de
esa manera se fue a Madrid con solo trece años. Fue difícil porque las clases
en el colegio ya habían empezado y no tenía donde vivir. No había residencia en
el Real Madrid.
Fue su entrenador el que encontró una familia dispuesta a
“adoptarme” por así decirlo. En su opinión el club poseía una grave carencia al
no contar con residencia propia donde forjar a chavales con una ideología y
filosofía del deporte desde sus inicios. En si caso fue muy afortunado ya que su entrenador durante
tres años era uno de los mejores en categorías inferiores. Su recuerdo de Angel
Jaleño es el de un trabajador incansable, apasionado por el baloncesto,
excelente motivador y excepcional en la parte técnica a la hora de formar a
chavales jóvenes.
Es esencial tener unos buenos entrenadores desde el inicio ya
que son los años en los que te formas como jugador, técnica, táctica, física y
psicológicamente. Mejoras a nivel individual y te sientes como parte integrante
del grupo. Los grandes clubs que aspiren no solo a ganar títulos sino a
transmitir valores a la sociedad a
través del deporte deberían invertir en tener los mejores entrenadores posibles
en su cantera. Así los entrenadores de cadetes no tendrían que demorarse en
enseñanzas ya adquiridas desde la niñez.
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